El estrecho de Bering: uniendo Estados Unidos y Rusia
El estrecho de Bering es aquel que separa Estados Unidos de Rusia, y donde asistiremos en unos años a la construcción de un túnel submarino que unirá las dos naciones. Este estrecho es una de las zonas más aisladas del planeta.
El acuerdo entre los dos gobiernos va cogiendo forma, y aunque se comenzó a trabajar en el proyecto hace ya varios años, el plan se encuentra en una fase apenas inicial. El túnel costará en total 12.000 millones de dólares, y dividirá el tramo en tres secciones distintas: una vía ferroviaria, una autopista y una parte destinada a cableado eléctrico, fibra óptica, etc. El objetivo es crear una vía de comercio y transporte, que sirva para tanto vehículos y trenes, además de un medio para la exportación de petróleo o energía eléctrica. El túnel de Bering es solo una parte del proyecto entero, que costará 65.000 millones de dólares, que uniría el mundo entero por tierra.
La alianza entre los dos países tiene como objetivo la construcción de 3.500km de vías en el país ruso, tanto ferroviarias como carreteras, y otros 2.000km en el territorio americano. El tren enlazará el túnel con diversas áreas y poblaciones aisladas cercanas de ambos lados.
Las críticas al proyecto no se han hecho esperar: el debate se centra en el enorme impacto ecológico y medioambiental que esta obra tendrá sobre el único espacio intacto hasta ahora en el mundo. La otra cara de la polémica opina que esta época de crisis global no es el marco adecuado para comenzar un proyecto de tal envergadura.
¿De dónde surgió la idea de crear un tren en el estrecho de Bering?
Diseño del futuro puente/tunel de Bering. Fuente: MegaConstrucciones
El estrecho fue cruzado por primera vez en el siglo XVIII por el explorador danés Vitus Bering, aunque su hallazgo probablemente fue realizado por Semión Dezhniov cien años antes. Desde su descubrimiento, numerosas figuras han propuesto la unión de Siberia y Alaska a través de los 82km de estrecho. En 1892 Joseph Strauss -diseñador y constructor de puentes, como el Golden Gate- ya planteó al gobierno ruso la necesidad de crear un enlace entre los dos continentes. 12 años más tarde, Estados Unidos demostró su interés por este proyecto, y en 1905 el zar Nicolás II lo aprobó, a pesar de que la tecnología del momento no era suficiente para llevar a cabo tal obra. La llegada de la I Guerra Mundial y la Revolución Rusa desbarataron todos los planes, y el túnel del estrecho de Bering cayó en el olvido.
En 1958 el ingeniero T.Y. Lin sugirió de nuevo la idea para promover el comercio y el entendimiento entre Estados Unidos y la Unión Soviética. Diez años más tarde organizó el grupo Intercontinental Peace Link, Inc., una institución sin ánimo de lucro dedicada a conseguir la construcción de dicho enlace. Tras años de esfuerzo, recientemente el gobierno ruso ha dado luz verde al proyecto, considerado como una símbolo de paz y unificación global. ¿Cuál será el siguiente paso?