Parece mentira que en pleno siglo XXI tengan lugar historias de tesoros escondidos en laberintos subterráneos, más propios de novelas de aventuras o películas de Indiana Jones. Pero lo cierto es que, en estos últimos meses, una historia fascinante de túneles, trenes, tesoros y nazis está siendo desenterrada —y nunca mejor dicho— en el corazón de Europa.
La historia comenzó a mediados del mes de agosto, cuando dos cazatesoros, un ciudadano alemán y otro polaco, aseguraron haber encontrado un tren nazi cargado de oro, enterrado en un laberinto de túneles que, supuestamente, había construido el ejército alemán en la región polaca de Baja Silesia durante la Segunda Guerra Mundial.
Los cazatesoros, Piotr Koper y Andreas Richter, afirmaron ser conocedores del lugar en el que se encontraba el tren gracias al mapa dibujado por una persona en su lecho de muerte, que participó en la construcción de dicha red de túneles y que, además, aseguró que el tren estaba minado. Koper y Richter solicitaron una recompensa del 10% del tesoro a cambio de facilitar a las autoridades polacas el sitio exacto en el que estaba enterrado este valioso tren.
Sin embargo, el gobierno polaco dio al traste con sus ansias de riqueza, puesto que en menos de un mes encontró el tren, gracias a un radar utilizado habitualmente para el sondeo terrestre, como confirmó el viceministro de Cultura, Piotr Zuchowski.
El convoy tendría unos 100 metros de largo, pero por el momento son muy cautos en asegurar que esté cargado de oro, aunque se ha confirmado que está blindado, lo que da que pensar que su contenido debe ser muy especial.
Se confirma la leyenda
Durante décadas, han circulado rumores en esta región acerca de un tren nazi que desapareció cargado de tesoros en la ruta que une las ciudades de Breslavia con Waldbryzich, en la Baja Silesia; esta zona pertenecía a Alemania, pero tras la Segunda Guerra Mundial se convirtió en territorio polaco.
Fue aquí donde los alemanes construyeron una red de túneles para fabricar y transportar material bélico y ocultarlo a los aliados, evitando así los ataques aéreos. Según la leyenda —que cada día está más cerca de convertirse en un hecho histórico—, en los últimos meses de la guerra, los alemanes decidieron transportar a Alemania gran cantidad de objetos de valor expoliados en la Europa ocupada, ante el avance del Ejército Rojo. El tren del que el mundo entero está hablando sería uno de estos transportes cargados de tesoros, pero nunca logró llegar a su destino, por razones aún desconocidas.
La red de túneles que construyeron los nazis lleva años siendo investigada, aunque por el momento solo se ha explorado un tercio de ella, y una pequeña parte está abierta al público.
Qué ocurrirá con el tesoro
Los alrededores de la ciudad de Waldbryzich se han visto invadidos por cazatesoros, ansiosos de dar con el tren y poder hacerse con algunas de las supuestas riquezas. Sin embargo, las autoridades polacas han advertido que podría haber explosivos en la zona, por lo que solicitan a cualquier persona ajena a la investigación oficial que se mantenga alejada del lugar por su propia seguridad.
Si realmente se encuentra un tren nazi cargado de riquezas, el Estado polaco se convertiría en su dueño, para desgracia de los dos cazatesoros que dieron la voz de alarma. Sin embargo, el Congreso Mundial Judío ya ha advertido que si se demuestra que cualquier objeto de valor hallado en el tren fue robado por los nazis a judíos polacos, deberá ser restituido a sus legítimos dueños.
Por su parte, el gobierno polaco ha pedido cautela ante las informaciones que se vierten en los medios de comunicación, puesto que lo único seguro es la existencia de un tren de 100 metros de largo bajo tierra; no se conoce ni la nacionalidad, ni la carga del convoy, por lo que se abstienen de hacer especulaciones hasta conseguir llegar a él. Además, el viceministro de Cultura ha afirmado que, si se confirma que el tren está cargado de riquezas, serán devueltas a sus dueños —o, en su caso, a sus legítimos herederos—.
Tendremos que esperar aún a que las autoridades polacas consigan llegar hasta el convoy y, de una vez por todas, conocer el contenido de este tren blindado de 100 metros, un nuevo Titanic de nuestra época. ¿Qué misterios contendrá en su interior?