La nueva ruta de la seda
La ruta de tren más larga del mundo une China –en concreto la ciudad de Yiwu, cerca de la costa este del país y unos 300 km al sur de Shanghái- con Madrid. En total, el recorrido alcanza los 10.000 km, realizado a través de varios países: Kazajistán, Rusia, Bielorrusia, Polonia, Alemania, Francia y España.
Yiwu, es la ciudad de ventas al por mayor para consumo doméstico más grande del planeta. De hecho se conoce como la “Ciudad de las Mercancías”, con más de 70.000 tiendas y 210.000 clientes al día. De esta forma, el gobierno chino ha tratado de unir esta base comercial con otros mercados mundiales, en este caso el europeo. Las autoridades chinas han señalado que esta nueva ruta “disminuirá la dependencia del transporte comercial aéreo y marítimo”.
Este primer tren de mercancías salió de la ciudad oriental el pasado 18 de noviembre con 82 vagones con el objetivo de llegar a la capital española 21 días más tarde. La trayectoria –unos 9.972 kilómetros- ya ha sido catalogada como la “nueva ruta de la seda”, y es cinco veces más larga que el recorrido que realizaba el famoso Transiberiano entre Moscú y Vladivostok (con 9.259 km).
El recorrido estará interrumpido por tres transbordos causados por los cambios de anchos de vías en los distintos países. Los principales se realizarán entre China y Kazajistán, entre Rusia y Polonia y entre Francia y España.
Este problema con los tipos de vía y las conexiones directas ha sido uno de los quebraderos de cabeza en las distintas rutas globales. Barcelona, la ciudad con mejor conexiones ferroviarias con Europa, ha contado con una vía directa a París construida para evitar este cambio de convoyes.
Sin embargo, cualquier otro destino dentro de la Península requiere de adaptación a las vías locales. Debido a este problema, España está expandiendo el ancho de vía internacional en distintas rutas, especialmente en el Corredor del Mediterráneo. De hecho, el uso de esta línea es secundario, debido a que la red de trenes está limitada tanto por normativa, diseño y falta de destinos.
Por tanto la clave radica en la alianza entre empresas y autoridades europeas que permitan una mejor organización entre países. Un ejemplo es la alianza Trans Eurasia Logistics, formada en 2008 por una empresa alemana y otra rusa que han fomentado positivamente el tránsito de trenes entre Europa y Asia.
El tren está a punto de partir desde Yiwu en la ruta más larga del mundo hacia Madrid
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