Desde la época en que comprábamos el tradicional ticket en papel y esperábamos la visita del revisor que, asiento por asiento, comprobaba que todos los pasajeros portaran el billete correspondiente, ha llovido mucho en el mundo del transporte en autobús.
Las formas de pago para obtener el derecho a viajar en autobuses tanto urbanos como interurbanos son muy variadas en la actualidad y van desde tarjetas contactless —es decir, que no necesitan un contacto directo con el terminal, sino que solo hay que acercarlas para que validen el viaje— hasta la compra de billetes por internet.
Siguen surgiendo nuevos modelos de pago en autobuses, para mayor comodidad de los usuarios y que, además, permiten agilizar la entrada de viajeros, reduciendo los tiempos de espera en las paradas. Veamos cuáles son las últimas novedades en este campo.
Pago a través de la factura del móvil
La compañía de autobuses Alsa está trabajando para permitir a sus usuarios el pago del billete de autobús con cargo a la factura de su operador móvil. Para ello, se ha aliado con la compañía Cashlog, que ha desarrollado una tecnología que permite comprar desde el móvil sin necesidad de proporcionar tarjetas de crédito ni cuentas bancarias; a final de mes, las compras realizadas se cargarán a la factura del teléfono.
De esta manera, Alsa pretende potenciar y agilizar las compras desde los smartphones, ofreciendo a sus clientes una compra cómoda, fácil y segura.
El teléfono como forma de pago
Los autobuses urbanos de Logroño y Valencia permiten el pago del autobús con el propio teléfono móvil. Gracias a la tecnología NFC, presente en la mayoría de los nuevos smartphones, y de la descarga de la aplicación correspondiente, los usuarios solo tienen que acercar su teléfono móvil a terminal de pago en el momento de acceder al autobús y abonar así el viaje.
La propia aplicación es la que permite al viajero recargar el saldo, consultar el histórico de viajes y, en el caso de Logroño, adquirir bonos y carnés más económicos, en función de la situación del usuario (estudiantes, personas con discapacidad, mayores de 65 años, etc.).
Pagar el autobús con una foto
Pero el sistema con lectores de NFC tiene una desventaja: su coste. No todas las ciudades tienen presupuesto para implantar esta tecnología en su flota de autobuses, por lo que deben buscar otras alternativas.
En Tenerife, por ejemplo, se encontraron ante este reto: debían modernizar el sistema de pago del transporte metropolitano, pero no podían asumir el coste de instalar máquinas para tarjetas contactless o lectores de NFC.
Así que optaron por un sistema que no requiere de ningún aparato adicional en el autobús. Este sistema, llamado Vía Móvil, funciona de la siguiente manera: el usuario debe descargarse una app e instalarla en su teléfono móvil. Desde esta aplicación puede comprar un billete sencillo o un abono y pagar a través de una pasarela de pagos segura.
Al llegar al autobús, el viajero debe activar la aplicación, hacer una foto a una pegatina QR situada en el interior y el sistema retirará de su saldo el importe correspondiente del viaje.
Según señalan los responsables del sistema, la inversión necesaria para implantar esta forma de pago es diez veces menor que en el caso de los sistemas contactless o NFC, además de que los plazos de implantación son mucho menores.
Es indudable que los nuevos métodos de pago en el transporte público se van imponiendo poco a poco. En algunas ciudades, como Londres, ya no es posible pagar el autobús en efectivo, sino que debes disponer de alguna de las tarjetas que permiten el acceso al transporte público o una tarjeta bancaria de pago sin contacto.
Otras muchas —Nueva York, San Francisco o Atenas son algunos ejemplos— ya disponen de la tecnología NFC, en algunos casos, motivados por el turismo, ya que podemos adaptar la aplicación correspondiente a numerosos idiomas y evitamos que los visitantes tengan que pelear con una máquina expendedora que no entienden.
El tiempo nos dirá si alguna de estas tecnologías se impondrá sobre las demás o convivirán y podremos optar por la que más se adapte a las circunstancias de cada usuario.