Cada vez más concienciados por el medio ambiente y más preocupados por los hábitos de vida saludable, nacen ideas para reinventar no sólo las formas de vida, sino también las infraestructuras. Este es el caso de las denominadas Vías Verdes.
Estas vías son el resultado de convertir antiguos trazados ferroviarios que no están en uso, en itinerarios ecoturísticos accesibles para todo tipo de personas. En España existían más de 7.000 kilómetros de líneas de ferrocarril que no se utilizaban y con esta situación de por medio en 1994 surgen, de la mano de la Fundación de Ferrocarriles Españoles (FFE), las Vías Verdes. Más de dos décadas después existen en el territorio español 115 Vías Verdes distribuidas por toda la península, con una longitud total de 2.400 kilómetros.
Lo bueno de este tipo de ecoturismo es que se utiliza un espacio que estaba en desuso para realizar recorridos que sean accesibles tanto a pie como en bicicleta, en patines, en silla de ruedas y con cochecitos de bebé. ¿Cómo es posible tanta accesibilidad en plena naturaleza?
Al ser vías diseñadas para el recorrido de trenes, las infraestructuras están dotadas de suaves pendientes con un desnivel inferior al 3% y curvas amplias; con puentes y viaductos que permiten evitar los desniveles y los ríos. Además, la utilización de túneles permite traspasar montañas, lo cual posibilita recorrer parajes poco conocidos de nuestro territorio. Por todo esto, las Vías Verdes son idóneas para cualquier persona sin importar su edad, o condición física.
¿Cómo son las Vías Verdes?
“Verde” hace referencia tanto a su condición ecológica como a los parajes que rodean estos recorridos. Las vías son muy variadas tanto en sus características como en su localización. De hecho, las podemos encontrar tanto en el interior como en la costa, localizadas en casi todos los puntos de la península (excepto las Islas Canarias).
Hay recorridos de poco más de 2 kilómetros y otros que superan los 100 kilómetros de recorrido, dispuestos de todo tipo de servicios, para, una vez más, facilitar el acceso.
Como medida de seguridad, el uso de vehículos a motor está restringido (a excepción de algunos vecinos y servicios locales) y, además, las zonas que puedan considerarse peligrosas por su escasa visibilidad (como es el caso de los túneles) tienen instaladas un sistema de iluminación. Por otra parte, en zonas como terraplenes, puentes, miradores y áreas recreativas se han colocado barandillas para prevenir riesgos se caídas mientras se contemplan las vistas desde esos puntos. Además, durante todo el recorrido hay señales que informan de los usos permitidos y de los prohibidos, así como de servicios próximos, distancias cercanas y lugares atractivos para visitar.
A lo largo de las Vías Verdes se realizan también distintas actividades como jornadas deportivas, talleres de fotografía o encuentros cicloturistas, a modo de ejemplos. Unas de las actividades más interesantes (por solicitadas) son las maratones, pues son actividades al aire libre que permiten recorrer estos entornos naturales con una actitud de sana competitividad. La maratón de Vía Verde de Ojos Negros, la Maratón Vía Verde de Carrillet, o la Maratón Vía Verde Arganda del Rey, son algunas de las pruebas deportivas que se disputan en estas vías.