Un nuevo horizonte industrial se abre ante nosotros. Se trata de la llamada Industria 4.0, una digitalización de las fábricas y procesos de producción que nos encamina a una cuarta revolución industrial.
La Industria 4.0 es un concepto que busca conseguir fábricas inteligentes, más automatizadas y efectivas, aumentando con ello en productividad, calidad y eficiencia. Para ello, se apoya en una serie de nuevas tecnologías que ayudan a la automatización de los procesos productivos.
Estas son algunas de las tecnologías clave para esta nueva forma de concebir la industria:
- Visión artificial
- Robótica colaborativa
- Realidad aumentada
- Inteligencia Artificial
- Internet de las cosas
- Ciberseguridad
- Big Data y Cloud Computing
- Impresión 3D
Implantación mundial de la Industria 4.0
La Industria 4.0 es un objetivo para todos los países, que están aplicando políticas e iniciativas para su implantación y financiación. Para 2024, se estima que la inversión en Industria 4.0 será de 156.600 millones de euros.
Con la disminución del coste de la tecnología, cada vez más empresas se suman a este modelo. Sin embargo, existe una gran brecha en cuanto a la implantación de la Industria 4.0 entre los distintos países.
Industria 4.0 en España
El proceso de implantación de la digitalización en las industrias españolas avanza progresivamente, pero bastante por detrás de potencias como Estados Unidos o Japón.
España se encuentra entre los países desarrollados que han comenzado la digitalización de forma más tardía, por lo que hay por delante años de fuertes inversiones en I+D para ponerse al nivel de países líderes en Europa como Francia o Alemania.
Con todo, la Industria 4.0 engloba muchos aspectos. España tiene como puntos fuertes una buena implantación de redes de datos y sistemas de automatización industrial tradicionales, así como una de las redes más extensas de fibra óptica en Europa.
La industria conectada en Europa
El término Industria 4.0 se acuñó en Alemania, así que no extraña que este país la lidere dentro del continente. La principal meta germana es mejorar la conectividad para reforzar las cadenas de valor mediante la investigación y una red de estandarización.
Pero lo cierto es que cada país aborda la Industria 4.0 con una estrategia diferente, acorde a sus necesidades. Por ejemplo, en Reino Unido las principales actuaciones se basan en fomentar los centros tecnológicos y de innovación, además de invertir en la educación técnica. En cambio, en Suecia han creado un plan llamado Produktion 2030, para impulsar y financiar proyectos relacionados con la Industria 4.0.
Retos de la Industria 4.0
Todas estas bondades no vienen sin su parte negativa, que también hay que saber afrontar:
- Dificultad de adaptación. La Industria 4.0 es tan dinámica que el riesgo de no saber adaptarse y quedarse desactualizadas es mayor.
- Carencia de personal. Los nuevos procesos requieren menos plantilla, lo que por un lado puede fomentar el desempleo. Por otro lado, la plantilla debe estar más cualificada, con perfiles que escasean y precisan una mayor remuneración.
- Gran inversión. La curva de inversión es pronunciada al principio y aunque haya retorno a medio-largo plazo, puede que no todos dispongan de ese capital inicial.