Mucho se está hablando últimamente sobre la impresión en 3D como una tecnología de futuro, la próxima revolución que llegará a las casas en unos años, pero en el sector industrial esta técnica ya lleva un tiempo implantándose, particularmente como forma de optimizar los procesos de prototipado rápido de piezas para automoción y otros componentes.
A partir de modelos 3D entregados por el cliente o bien desarrollados internamente, se pueden generar piezas de una gran variedad de materiales, si bien destaca el plástico ABS para estas piezas de ingeniería y automoción. Dichos modelos y maquetas en ABS son piezas que posteriormente pueden ser mecanizadas, pintadas o acabadas superficialmente, lo que permite gran similitud a otras piezas con procesos de desarrollo mucho más lentos.
Si bien ya se construyen incluso coches completos mediante impresión 3D, su principal aplicación actual dentro del sector es el prototipado rápido para estas piezas de automoción que servirán para definir los procesos finales del desarrollo de la gran mayoría de las piezas que componen un automóvil, si hablamos del sector automoción, o cualquier tipo de electrodoméstico o «artilugio» si hablamos de su aplicación industrial más genérica.
Como cualquier otra tecnología, la impresión en 3D es un medio más, independientemente del uso que se haga posteriormente del mismo. Generó un gran revuelo el caso de las pistolas creadas mediante impresoras 3D y cuyos planos se difundieron por Internet, pero no es bueno quedarse en la anécdota negativa sino acoger una tecnología que, con el tiempo, adquirirá un nivel de desarrollo que la permita ser asimilada masivamente por el sector industrial, ayudando a reducir costes, acortar plazos y mejorar la calidad.
En Industri diseñamos los productos en estrecha colaboración con el cliente. Elaboramos estos prototipos y también fabricamos las piezas.
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