Saber lo que se gasta y cómo se gasta para poder ahorrar. Esto, que es una lógica que aplicamos a nuestra economía doméstica, también es válida para el transporte en autobús (entre otras industrias que encargan del pasaje de viajeros y/o mercancías). Y aquí entra en juego el ahorro de combustible y su repercusión, positiva, para el medio ambiente. ¿Cómo? Con una conducción eficiente.
Ya en 2006 el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE) elaboró su Manual de conducción eficiente para conductores de vehículos industriales en el que se decía literalmente que “un estilo de conducción eficiente representa un medio de bajo coste y gran eficacia para la mejora de la eficiencia en las empresas del sector del transporte por carretera, que además conlleva la reducción de consumo de combustible con los consiguientes ahorros económicos. La conducción eficiente es un estilo de conducción dinámico, que implica saber adaptarse a las mejoras tecnológicas que incorporan los modernos vehículos industriales para su mejor aprovechamiento”.
Ventajas
Además de las ventajas (ahorro de energía por parte del conductor, que puede suponer ahorro del 10% de carburantes; ahorro económico de las empresas de transporte porque el carburante supone una gran partida en los costes de las compañías; reducción de los costes de mantenimiento de los vehículos; reducción de emisiones contaminantes; mejora de la velocidad media; reducción del riesgo de accidentes, puesto que la conducción eficiente se asienta en técnicas de conducción basadas en la anticipación y previsión; y mejora del confort), también se incidía en cómo la tecnología podía ayudar a generalizar la conducción eficiente. Un aspecto en el que se vuelve a incidir en su Guía de conducción eficiente de vehículos industriales de 2011, por el progresivo incremento en la sociedad de querer cuidar el medio ambiente.
Y de este modo, con el paso de los años, diferentes compañías de transporte de autobuses se han venido sumando e incorporando sistemas que incrementan el ahorro de combustible y realizando una conducción eficiente. De hecho, la Asociación Española de Normalización y Certificación (AENOR) publicó en 2015 la especificación AENOR EA 0050:2015 “Sistema de gestión de conducción eficiente en vehículos industriales”, que otorga esta certificación a las empresas que lo soliciten y que cumplen todos los requisitos para su obtención.
Tecnología y certificación
En la elaboración de esta nueva norma han participado diferentes organismos oficiales, como el IDAE, compañías como ALSA National Express, FCC, y asociaciones profesionales como ANFAC (Asociación Nacional de Fabricantes de Automóviles y Camiones) y ATUC (Asociación Española de Transportes Urbanos de Colectivos) y con ADN Mobile Solutions como impulsora. Y precisamente, una empresa integrada en ALSA, la Compañía del Tranvía Eléctrico de Avilés (CTEA), fue la primera en nuestro país en obtener dicho certificado (octubre 2016).
De la preocupación de las empresas de transporte de pasajeros por la conducción eficiente dan fe las sucesivas incorporaciones de tecnología en las flotas de autobuses para controlar y monitorizar los niveles de polución urbana, la reducción de consumo y emisiones en el transporte público urbano, entre otros. Es el caso de la ya mencionada ALSA, Transportes Urbanos de Sevilla (TUSAM), Empresa Municipal de Transportes de Madrid, EMT de Tarragona, EMT de Gijón (EMTUSA), EMT Valencia… Tecnología que se incorpora en empresas de dentro y fuera de nuestras fronteras.