El consorcio español que está construyendo la línea de alta velocidad que irá de La Meca a Medina, está obteniendo muy buenos resultados en las pruebas que se han realizado entre dos de sus estaciones (Medina y Rabigh). Tanto es así, que el gobierno saudí ha pedido a las empresas que forman el consorcio que este tramo esté abierto al público antes de que finalice 2015. Eso sí, la línea completa no se inaugurará antes de finales de 2016.
Es un gran reto para el consorcio, sin duda, que tendrá que tener operativo este tramo de 270 kilómetros, en el que las pruebas con trenes Talgo han dado tan buenos resultados. Si inicialmente se circulaba a 100 kilómetros por hora, para comprobar el efecto que la arena y las altas temperaturas provocaban en los trenes, se ha logrado triplicar la velocidad en el recorrido entre las dos ciudades.
El ministro saudí de Transportes ha lanzado el reto, ante el buen ritmo de los ensayos: tener listo el tramo Medina-Rabigh para que los ciudadanos de Arabia puedan utilizarlo a final de año.
La totalidad de la línea, que constará de 445 kilómetros —la distancia entre La Meca y Medina—, estará en funcionamiento a finales del año que viene.
Un consorcio español, encargado de las obras
El Consorcio Al Shoula, un grupo de empresas españolas y saudíes, son las encargadas de la segunda fase del proyecto de alta velocidad en Arabia Saudí. Esta fase consta de la construcción y explotación de la línea que une La Meca y Medina. Algunas de las empresas españolas, tanto públicas como privadas, que están involucradas en el proyecto son Renfe Operadora, Adif o Talgo.
Las empresas españolas tienen el 88% de la sociedad Al Shoula, mientras que las sociedades saudíes poseen el 12% restante. Al Shoula construirá la línea de Alta Velocidad conocida como el tren de los peregrinos y tendrá la concesión para su explotación durante 12 años.
El proyecto de alta velocidad saudí
La adjudicación de este proyecto al consorcio Al Shoula se hizo a través de un concurso internacional, convocado por Arabia Saudí, al que fueron invitados cinco grupos empresariales, teniendo en cuenta previamente su experiencia en la alta velocidad y las tecnologías que manejaban.
Finalmente el proyecto se adjudicó a Al Shoula por más de 6.000 millones de euros y se ratificó el acuerdo en enero de 2012.
Una línea llena de retos
El AVE de los peregrinos está lleno de retos para el consorcio hispano-saudí. Temperaturas de hasta 55 grados, arena… las condiciones son extremas y es por ello que los trenes que recorrerán la línea tienen unas características muy especiales.
El Talgo 350, que será el que realice el trayecto, estará sellado y protegido para resistir la abrasión, y llevará un potentísimo sistema de refrigeración. Este tren, apodado “modelo pato” por su muy característico morro, será capaz de transportar a 417 pasajeros.
Pero además, tendrá una versión VIP, destinada a la familia real saudí. En este caso, su capacidad se reducirá a 60 personas, puesto que constará con unos servicios excepcionales y de lujo: zonas de recepción, restaurantes para los más exquisitos paladares, cocinas inmensas, salón de rezos, dormitorios privados… Todo lo que puedan desear los miembros de la familia real y sus invitados.
Estaciones de tren espectaculares
Las estaciones de tren de esta línea serán acordes a la espectacularidad que rodea a todo este proyecto. Las cinco paradas recibirán a más de 60 millones de peregrinos cada año y estarán diseñadas por los mejores estudios de arquitectura del mundo.
Las estaciones tendrán un tamaño gigantesco —en concreto, las de La Meca y Jeddah son tres veces y media más grandes que Atocha— y sus zonas de aparcamiento cubrirán también una superficie nueve veces mayor que la que existe en la estación española. Algo lógico en un país en el que la gasolina es muy barata y los vehículos a motor son muy asequibles para la población saudí.
Cada estación tendrá una entrada compuesta por una secuencia de arcos de 25 metros de altura, pero su decoración interior variará, siendo acorde a la ciudad que la acoge. Por ejemplo la estación de La Meca será de color dorado, como el pan de oro que decora la Kaaba, y la de Medina, será verde, como la Mezquita del Profeta.
