El autobús es uno de los medios de transporte más seguros que existen, algo que confirman las estadísticas, ya que tiene una tasa de siniestralidad muy baja, si la comparamos con otros vehículos. Aún así, las empresas fabricantes siguen innovando y desarrollando nuevas medidas de seguridad, con el objetivo de reducir los accidentes a cero. La legislación también evoluciona año tras año, exigiendo que los autobuses de nueva fabricación dispongan de más elementos para proteger a los pasajeros.
Así, desde 2007, es obligatorio incorporar cinturones de seguridad en los autobuses, debido a la Directiva 2005/40/CD del Parlamento Europeo, que exige que todo vehículo nuevo tenga instalado este elemento. La razón es bien clara: se ha demostrado que el cinturón de seguridad reduce ostensiblemente las lesiones y las muertes entre los pasajeros del autobús. Además, en caso de vuelco, uno de los accidentes más peligrosos que pueden darse a bordo de un autocar, el cinturón retiene a los pasajeros dentro del habitáculo, evitando que salgan despedidos del vehículo; de esta manera, se evitan más del 80% de las heridas de los pasajeros. Es suficiente con cinturones subabdominales o de dos puntos en la mayoría de los asientos, excepto en los más expuestos, que deben estar provistos de cinturones de seguridad con tres puntos de anclaje.
Por otra parte, desde 2012, los autobuses que se comercialicen en la Unión Europea deben disponer de un sistema de iluminación diurna -incluso en el caso de los autobuses urbanos-, para asegurar la visibilidad del vehículo. Este tipo de luz reduce los accidentes hasta en un 8%.
Accesorios de seguridad en caso de accidente
En el caso de que se produzca un accidente, los pasajeros deben conocer qué tipo de accesorios de seguridad están a su disposición; todos los autobuses deben tener martillo de seguridad, ventanillas de emergencia y ventanilla de techo, que permiten una fácil evacuación. Es conveniente localizar estos elementos al acceder al autobús o autocar, para poder actuar rápidamente en caso de siniestro.
Martillos de seguridad y ventanas de emergencia para autobuses
El martillo de seguridad, que tiene punta de acero, nos permitirá romper fácilmente las ventanillas de emergencia, en caso de que las puertas estén bloqueadas y no sea posible la salida a través de ellas. Cuando se produce un vuelco, es habitual realizar la evacuación a través de las ventanas de techo. Estas ventanas cumplen con una doble función: por una parte, permiten ventilar el habitáculo, al poder abrirse parcialmente gracias a mecanismos manuales o eléctricos. Pero además, en caso de ser necesario, disponen de tiradores para, en caso de emergencia, sacar completamente la ventana del techo y así, permitir la evacuación por el hueco que deja.
Tecnología al servicio de la seguridad
Los fabricantes de autocares no dejan de idear e incorporar nuevos sistemas de seguridad para disminuir las consecuencias negativas en caso de accidente. Es habitual que todos los autobuses y autocares que se incorporen al mercado cuenten con el sistema antibloqueo de frenos (ABS), que ya está ampliamente extendido. Pero además, aunque no tan conocidos, el sistema de control de tracción (ASR) y el servofreno de emergencia (BAS) suelen ser también frecuentes en autobuses de nueva fabricación.
Otro elemento importante es el ESP (programa electrónico de estabilidad), muy extendido también entre los vehículos particulares, aunque el sistema utilizado en los autobuses dispone de más funciones. Este sistema reduce el riesgo de derrapar al tomar curvas o en virajes bruscos, reduciendo la potencia del motor e, incluso frenando de manera dosificada las ruedas, en caso de ser necesario.
La estructura del autobús es también un punto importante a la hora de garantizar la seguridad de sus ocupantes. El uso de cuadernas circulares y otros elementos estructurales -cuya resistencia está regulada por la ley- sirve para asegurar un espacio mínimo en caso de que haya una colisión y el habitáculo se deforme. De esta manera, se busca conseguir que la estructura del autobús no aplaste a los pasajeros y, además, que sirva de «escudo» para protegerlos.
Todos estos sistemas, la legislación al respecto y la mayor conciencia de la propia seguridad de los pasajeros hacen que el autobús reduzca su siniestralidad día tras día y sea un medio de transporte muy seguro, además de cómodo y ecológico, al disminuir el número de vehículos en la carretera.